"Leo y vuelvo a leer estos poemas, como si entrara a un lugar que está en el mundo y está fuera del mundo. Un lugar que es un clima, una meditación, una mínima oleada de tiempo frente a la soledad del paisaje. Más que oleadas; olitas. Pequeñas vibraciones. Puentes que unen de manera casi imperceptible un día con otro, un verso con otro. Y por qué no, algún que otro abismo, secretos imanes de oscuridad que atraen la tristeza. La anécdota es simple: un muchacho poeta y un perro siberiano que por momentos se pierden y por momentos se encuentran, en medio del paisaje polar. El frío, en apariencia, como rey y señor. Sin embargo, es extraño, pero el frío no vence. Vence el calor. Vence el fueguito fatuo que estos poemas irradian a lo largo de todo el libro. Como cuando calentamos las manos con nuestro alientos -ese efecto tienen los poemas y cada una de las palabras-. De manera que cada cosa se trueca en otra. La soledad en compañía. El silencio, en ruido interior. Creo que con este primer libro, Timoteo Rinaldi inaugura un espacio poco frecuentado por la jóven poesía que se escribe en la actualidad." Osvaldo Bossi 
 
Osvaldo Bossi